Qué morro, mi madre, cada vez empiezan antes. Lo único que no me importa, y que diluye un poco mi cabreo, es que han puesto más a mano, si cabe, los Mon Cherrines; tan ricos, tan llenitos de licor.Pues para llevar la contraria, hoy traigo, en vez de un guiso cristiano, uno moro, y que empiece la navidad cuando les dé la gana que yo sigo siendo atea, ea.
Preparo primero un buen caldo de base, con su gallinita, huesos de pollo y ternera, puerro, nabo, 1 tomate, unas ramas de perejil, todo lo verde que pille por casa y una buena cucharada de Ras el Hanout. Después de desgrasado, o bien cuezo en él las verduras que acompañarán la sémola, o bien las hago al vapor de este mismo caldo.Suelo usar, calabaza, judías verdes, zanahoria, calabacín, puerro o cualquier otra verdura, siempre cinco distintas; así me dijo una marroquí que lo hacía ella, y así la imito.
En una sartén doro dados de pechuga de pollo, o de contramuslo, más jugoso. Pongo en una fuente una taza de té llena de sémola por persona y dos tazas llenas del caldo calentito por ración. Espero los diez minutos de rigor hasta que doble tamaño y sirvo. En el fondo del plato, la sémola. Encima las verduras y en el top los trozos de pollo doraditos. Se puede espolvorear con una pizca de canela.
Besos
3 comentarios:
Ainda xa ceado, volvía a cear de novo. Bicazos Mrisiña.
Lástima que vivas tan lejos de vallecas,que si no, cenabas dos dos veces diarias. :-D
Pues por estas tierras no es Navidad hasta que pasa Halloween (y eso que aquí no es tradición eso de las calabazas sonrientes). En fin, todo por la pasta ;)
El couscous, cuando lo hago "de manera tradicional" también lo hago así... ¡qué rico!
Un beso.
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