¿Os acordais que llevo tiempo diciendo lo listos que han sido los chinos a la hora de conquistar el orbe todo? ¿No? Pues lee esto y esto otro porque hoy traigo otra prueba más: en mi barrio hay dos tiendas chinas !cerradas por vacaciones!
La receta de hoy es una prueba infalible. Habría que ver si un chino es capaz de engullir este rico plato sin que se le salten las lágrimas.
Es muy sencillo. Se trata de una buena chuleta de ternera rubia gallega que doraremos a fuego bien fuerte de modo que quede sólo dorada por fuera y crudita por dentro porque a continuación la vamos a cubrir de cebolla confitada (sin aditamento de azúcar en su elaboración, por favor; se deja hacer sobre AOVE, a fuego muy bajo y muy lentamente, hasta que se torna dorada y tierna como una mermelada), queso ahumado (San Simón da Costa), y unas cucharadas de chimichurri. Con este rico acompañamiento la meteremos al horno, calentado bien fuerte, el tiempo justo para que se funda el queso.
En Galicia es costumbre que en la carnicerías vendan bolsitas con el preparado para hacer chimichurri. Una vez en casa sólo hay que añadirle aceite, vinagre y vino blanco. Estas bolsitas llevan pimentón, guindilla molida, orégano, comino, y no sé que más ya que no viene desglosado en el envase. Cada cual puede hacer el chimichurri que se le ocurra con lo que tenga a mano, faltaría más ;-)
Besos
1 comentario:
Que buena pinta tiene,espero poder elaborarla un día no muy lejano
Saludos desde Mula
Juan
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