En Cangas tengo unos amigos que tienen bateas. Esto significa que vas a verlos y te vienes cargada con un mogollón de mejillones, y qué mejillones. En Madrid comprarlos es una auténtica lotería. Por lo general, a veces hay excepciones, compras hermosos ejemplares que luego tienen dentro bichos consumidos, secos, asquerosos. Los que me regala Pili están recién sacados del mar, llenan la concha de carne y tienen un sabor riquísimo. Pero me da muchos, muchísimos. A veces me traigo un saco entero a Madrid (15 kilos) y hago un fiestón mejillonil para los amigotes y familiares.
En la casa de Galicia no había prácticamente de nada, a especias me refiero, salvo curry, así que una parte los hice con una salsa cocinada con tomate, cebolla, ajo y curry y el resto en vinagreta que es como más le gustan a Angel, porque en mi casa ,como mando yo, decido que hay que hacer siempre lo que él quiera. Chula que soy.
Supongo que a estas alturas todo el mundo sabe hacer una vinagreta cortando pequeñito cebolla, pimiento rojo, pimiento verde y tomate. Lo que los gabachos llaman "brunoise".
Después, aprovechando el líquido que habrán soltado los mejillones cuando se cuecen al vapor ( sin ningún líquido extra) hacemos una vinagreta con vinagre -toma ya- AOVE y sal.
Si se dispone de alguna fruta de puede añadir también en trocitos. Mango, piña, manzana lo que nos guste e incluso zumo de naranja. Estos están hechos de la manera más sencilla porque es lo que había.
Ya, lo sé, os morís de envidia al ver esta mariscada. !Y yo ahora que la tengo tan lejos, no te jode!. :-D
Bruños, nécoras y almejas finas para mí y un bogavante para mi chico que es el único marisco que come a gusto. ¿Y como lo quiso prepárado? !Bingo! En vinagreta. Que le vamos a hacer, para una cosa que se le antoja.
Para beber un fresco y rico Terras Gauda
Chulo el móvil ¿eh?
Besos
No hay comentarios:
Publicar un comentario