En la Feria de Abril, aguas mil.

!Ole, ya dejó de llover! Justito cuando yo me vuelvo de la feria, va, y escampa; que en Sevilla se creen que el mal tiempo lo llevo yo porque cada vez que voy, hace malo. Van a declararme persona non grata, y tienen pensado poner carteles con mi careto en todas las farolas. Ahí es ná.
Pues a mí que me quiten lo bailao, que no fue mucho, todo hay que decirlo, porque en las casetas, había tanta gente refugiada del agua, que no cabía ni un chotis. A cambio me he zampado toditas las tapas que me han puesto delante, ah, y toditos los churros con chocolate. Por cierto qué ricos son los churritos sevillanos. Son como las porras madrileñas, pero más estrechos y casi huecos.

La de la foto no es la Duquesa de Alba en un arrebato de rabia, es una servidora con sus mejores galas flamencas. Poca cosa también, es cierto, y he prometido que el año que viene vuelvo con un peazo vestido de gitana que me van a tener que llevar a hombros para lucirme bien.

He traído muy buen sabor de boca, no sólo dela manzanilla y las tapitas, si no del cariño de mis anfitriones y de mi amiga Carmen (Afrodita), que es un sol, el que faltó estos días en su querida tierra y en su, más amada aun, Feria de Abril.

Muchos besos, prima.