sábado, febrero 16, 2008

El charco de fúrbol y sopa de calabacín y puerros

Hoy, al pasar por mi antiguo colegio, he visto que en el lugar de nuestra cancha de baloncesto ( aquella que costó tanto esfuerzo, en todos los sentidos, construir y que tenía más de entusiasmo que de parecido con una profesional) han hecho un flamante pabellón deportivo cubierto. Lo bien que nos hubiera venido en aquellos años. Aun me duele el pecho, al recordar el gélido aire de las tardes invernales de entrenamiento, y los dedos, que parecían romperse al contactar helados contra el balón.
Nosotros teníamos en el patio un gran charco de fútbol donde ahora se erige un maravilloso campo futbolero. Los chavales de mi época, de grande que llegaba hacerse aquel charcal, no recuperaban los balones caídos en el centro hasta bien entrado el verano, por más piedras que tiraran intentando que la pelota llegara alguna orilla.
Y el barro. Aquella maravilla que al final del recreo nos elevaba varios centímetros extra por encima del suelo cual drag-queenes infantiles.Nos chiflaba llevar aquellos taconazos.

Todos estos recuerdos me han dado mucho frío y esta sopita me lo quitará.
Para hacerla necesitamos litro y medio de caldo de pollo y verduras, que habremos hecho con huesos de pollo más un cuarto del mismo bicho, un puerro, una rama de apio, un tomate bien maduro cortado a la mitad, un nabo pelado, una zanahoria pelada, unos granos de pimienta negra, unas ramitas de perejil y sal. Se cuece todo bien (yo lo pongo en la expréss), se cuela y se deja enfriar de víspera en la nevera para, antes de usarlo, retirar la capa de grasa que se habrá formado encima.

Sopa de calabacín, puerro y zanahorias
-1 y 1/2 litro de caldo casero de pollo
-1 calabacín pequeño rallado
- 1 zanahoria rallada
- 1 taza de fideo cabellín
- 1 puerro en aros finos
Calentamos el caldo y cuando hierva echamos el resto de ingredientes. Dejamos cocer cuatro minutos y servimos con queso rallado, o pimienta negra recién molida o unas gotas de limón, a elegir.


Besos

3 comentarios:

Perol y Mortero dijo...

Este tipo de sopa a mi me encanta. Son lígeras y con sabor, además me traenm recuerdos de mi niñez.

Un abrazo

Marona dijo...

Eso de los campos de fútbol con piscina incluida se llevaba mucho también en mi cole...
Besos!

Doña Col dijo...

JAJAJA
me ha hecho recordar mis recreos y clases de gimnasia... Las monjas de mi cole eran auténticos agentes de la SS: teniamos gimnasia a las 8:00 de la mañana... Una crueldad intolerable... que frio que llegué a pasar... porque para más INRI había que llevar el chándal del cole sin ningún "accesorio", a saber chandal y camiseta blanca de manga corta...