Empuñando mi cámara he ido a hacer la compra y a dar fe de su último día hasta que la reforma termine. El ambiente estaba a medio camino de la alegría y la desconfianza. A todos les viene bien estos dos meses, pagados, de seudovacaciones. Peo también recelan de cómo serán sus puestos si mejores o peores de los que ahora regentan.
Me he encaminado hacia mi pollero habitual, había mucha gente.
- Paco, le espeto, tienes la cola más grande de todo el mercado.
-Ya, hija, y los huevos más gordos.
La clientela , al unísono, ligeramente espantada, ha vuelto la cabeza para mirarme mientras el pollero y yo nos reimos.
Después he pasado a vistar a Pako aceitunas que está feliz de perder de vista el puesto un par de meses.
Dos besos después paso a ver a los "pescas" que tiene casi todo vendido ya. Fijaos en Jose y sabréis porque le llamo "el botitas".
Hasta la vuelta, chicos, y que sea para mejor.
2 comentarios:
Pues sí, suerte. Van a hacer lo mismo los de mercadona en unos de los dos mercados de salamanca, que está en la misma situación que tu dices.
me encantan los mercados: el olor, el bullicio, los agüelos guarrindongos que van a rozarse con la primera moza que ven (jejeje, eso no me mola)... solo espero que cuandoo me mude, pueda ir a alguno... snif
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