Hilario va por tí y un chino hallado

Estuvimos en el homenaje a Hilario Camacho en el Lope de Vega. Lleno total. Los organizadores habían pensado en unas trescientas personas, ya que era para amigos y familiares, y nos juntamos mil quinientos. Muchas, pero que muchas canas en el patio de butacas.

Para mí fue una especie de viaje en el tiempo. De repente me ví pintando de rosa las paredes de aquel estudio que teníamos alquilado en la callle del Almendro y del que mis padres no sabían nada. Hacíamos el macuto y en casa decíamos que nos íbamos de acampada en pandilla; pásabamos el finde "jugando a las casitas" e Hilario ponía el fondo musical a nuestro amor.

Al oir ayer los compases de Dolores volví a tener carnes turgentes, adelgacé veinte kilos y una lágrima rodó por mi mejilla, había un exceso de emotividad en el ambiente.

¿Cómo he podido olvidar la voz potente de Pedro Ruy- Blas? Ese maravilloso chorro de voz con patas.

Actuaron muchos amigos al grito unísono de: Hilario, va por tí.

Dejamos la moto en la callle Isabel la católica y descubrimos un restaurante chino que tenemos volver porque tiene todas esos platos chinos, para chinos, que me gustan tanto. Medusas, lenguas y patas de pato, cañaíllas, bígaros y cangrejos...delicias pa mi cuerpo serrano.

El chino de mi casa, "mi chino" ya no es lo que era desde que la familia que lo inaguró se traslado a Valencia. La pareja que lo lleva desde hace dos años lo a echado a abajo. No tienen ningún carisma y la cocina tampoca es ya tan buena. Tengo el consuelo de haber encontrado éste otro, algo más lejos ,eso sí.

Me ha salido un trabajo de media jornada, por las mañanas, y creo que tendré mucho menos tiempo para cocinar. Lo intentaré por mí y por todos los amigotes que me leéis, paciencia.

Espero ese step a paso del pan.

Audacius, un cielo de tío, sos lo juro.

Besos gordos, guap@s