El domingo pasado es cuando serví los picantones escabechados con langostinos pero a Javi el vinagre no le gusta así que el suyo iba a preparárselo asado al horno con miel, peeeeeero, nos bajamos al pueblo a tomar al vermú y cuando llegamos me di cuenta de que no le había preparado nada y de que ya no tenía tiempo de andar calentando el horno. Tuve que pasar a la acción y , apoyándome en la cocina Delocay, preparar rápidamente la comida de mi amigo.
Cocinar para él no es difícil siempre que sea de sabores suaves (leche, natas, quesos) o dulces.
Abrí la nevera saqué el pollito y lo doré en AOVE. En la misma sartén puse una media cebolla en aros, dos dientes de ajo picado ( sin complicarme mucho con el corte porque el acompañamiento no se lo come) y dejé que ablandaran. A continuación un tomate bien maduro, puse la sal y dejé hacer diez minutos.
Quería poner miel pero no la encontré y sí un frasco de sirope de arce del que puse dos cucharadas y , para compensar un poquito, una cucharadita de mostaza antigua. Las especias también le gustan, si no pican, así que añadí una cucharadita de Ras el Hanout.
Así, sin más, se estofó ,en total, durante media hora escasa y le gustó mucho el resultado al peluquero chiflao.
Como la temperatura fue alta estrenamos la temporada de baños. El agua estaba tan helada que nos metíamos por un extremo y sin darnos cuenta salíamos despedidos por el otro sin apenas tocar el agua. Toñín repitió al día siguiente, mi menda no.
Y ahora bien lo bueno, que digo lo bueno, lo mejor: el martes nos vamos ocho días a Galicia. Estoy que no me cabe la piel en el pellejo, yujus.
Bicos
1 comentario:
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