También es mala suerte que le han obligado recientemente a cambiar el etiquetaje (que no la marca ya que la tiene registrada), porque, joé, es clavadita a la de los dibujos. Hubo otro empresario australiano que no corrió la misma suerte y fue obligado por la Fox a retirarla del mercado.
Se pueden comprar las últimas en la cervecería madrileña La Mayor. El dueño vende las existencias que le quedan de botellas llenas a 3,5o euros y tiene un buen arsenal de ellas vacías que también vende.Como os podéis imaginar está que trina ya que las vendía, sobre todo a turistas, como churros.
La cerveza en sí no es nada del otro mundo. Tipo pils es suave, rubia, para tomar bien fresquita. Lo que mola es la etiqueta... y le quedan pocos días.
Cervecería La Mayor. Calle Mayor 77 Madrid
Besos
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