La cesta de Navidad

Estamos en vísperas de que nuestros jefes nos agasajen con la cesta navideña, ese horror lleno de productos de infame calidad, en la mayoría de los casos, y que podrían ahorrarse y darnos el dinerito que se han gastado en ellas en mano, y así, nosotros, nos haríamos la cesta que nos viniera en gana.Tengo razón, ¿o no?
Yo ya me he preparado la mía propia, aunque mi empresa me castigue con la suya la semana próxima, y me he comprado todos estos ricos artículos de los cuales os paso el chivatazo porque merecen la pena ser probados.


Para empezar un mermelada de fresa y chocolate de la casa Jalancina.Sólo con el nombre ya se me ocurren mil cosas en qué utilizarla. De momento ha pasado airosa la prueba de cubrir un canapé mi- cuit. De origen valenciano, el fabricante, está disponible también de naranja y chocolate. Una delicia de cine.









Siguiendo con el dulce quiero incluir en esta cesta la cocada brasileña, en dos versiones: con crema de fresa o de ciruela.
Esta suave crema de coco, con su pulpa, está buenísima sobre tostadas o rellenando bizcochos. Nos volvió locos a todos en Brasil. ¿Será difícil conseguirla aquí?





Pasemos a mojar pan en este sabroso aceite, increíble de sabor y, todo hay que decirlo, de precio, llamado " Castillo de Canena" ( primer día de cosecha) es variedad arbequina y su aspecto nos dice mucho de este aceite de autor. Es Enrique Ponce, el torero, quien lo firma.
Absolutamente recomendable.


Todas las cestas deberían incluir fruta fresca. Yo me he decantado por unos plátanos llamados "guineanos" y que proceden de Ecuador. Su pulpa es de color naranja y la piel entre morada y verde. Allí los apellidan "de la isla" y los de la foto están aun durísimos aunque parezca lo contrario.






Para aliñar

ensaladas - de crestas de gallo por ejemplo, como lo usaremos nosotros estas fiestas- este vinagre de pulpa de fruta de la casa francesa Libeluile. El nuestro de higos...!Umh, si llovieran higos!


Confieso que tengo un vicio diario. Todos los días me tomo un tecito vespertino con una compañera de trabajo. Nosotras mismas llevamos las infusiones - de las que ya tenemos un cajón lleno- que nos van seduciendo desde las estanterías.
Twinings y su selección con frutas fue mi último, tan último que aun no los he probado, flechazo. Fruta de la pasión, mango y naranja...¿verdad que suena bien? También de cereza, bayas del bosque, limón o mirtillos en el surtido del envase.





Incluyo el agua Evian con el envase de este año, diseñado por Cristian Lacroix, para acompañar nuestras comidas con un toque de barroco glamour sobre la mesa.

El vino que hemos elegido para esta cesta: el tinto Eduardo Rojo 03 Toro, de bodegas Matarredonda, sólo uva de Toro y ocho meses en barrica... hay que probarlo.




Para finalizar, tanto esta selección como una cena navideña, el licor de frutas que compramos en una playa brasileña a un viejete vendedor ambulante.
Todo el sabor del país metido en una botella. Un licor suavecito de alcohol ,que no de sabor, con el que agudizar la morriña por las pasadas vacaciones.


Besos