Menú nostálgico.

 A veces la nostalgia gastronómica visita mi casa y Niuchurri se lanza a contarme cómo eran las recetas que preparaba su madre. Guatemala, donde nació, tiene una gastronomía muy parecida a la mexicana, él dice que no es igual, y disfrutamos un montón juntándonos con amigos y guisando estos platillos. El último paisano que llegó de allí le trajo de regalo una lata de fríjoles negros molidos y dos cervezas Gallo; era para verlo lo feliz que estaba. Hoy aporto un menú nostálgico a base de la cocina centroamericana llena de recuerdos y lagrimitas... y que además es interesante, divertido y rico.
Los productos que uso se encuentran con facilidad en tiendas latinas. En Avenida Monte Igueldo de Vallecas han abierto una que lo tiene todo de todos los países, entre ésta y el supermercado chino que hay cerca estoy en el cielo. Lástima la precariedad economica que sufro que si noooooo, no salgo de allí.
Productos Goya tiene una extensa variedad de latas con las que podemos preparar este menú. En total necesitamos:
 - 1 lata de alubias negras cocidas, otra de fríjoles negros molidos, y si no siempre se puede cocer unas alubias negras remojadas de víspera (Mercadona las tiene muy buenas) con una hojita de laurel, un diente de ajo y algo de cebolla. La mitad la dejamos entera y la otra la pasamos por la batidora.
- una taza grande de arroz largo cocido, otra de guacamole, los jalapeños arriba mencionados,  1 lata de salsa roja mexicana (ranchera), 1 manojo de cilantro, las tortillas mexicanas,

Vamos a preparar unas alubias negras con arroz, tan latinas, mezclando ambos en una fuente una vez cocidos por separado. Se les puede poner cilantro picadito y unas cucharadas de la sala roja mexicana para que queden de cine.
 Los fríjoles negros volteados se preparan con las alubias negras molidas o la lata de fríjoles negros. Se ponen a secar en una sartén grande con unas gotas de aceite, comino molido, ajo y cebolla en polvo al gusto. Se van volteando a golpe de muñeca hasta que toda la masa se hace una pelota de forma ahusada que se separa sola del fondo (ver foto, esquina derecha). . Se presenta todo en sus cuencos y se come mezclando cada cual a su gusto y enrrollado en tortillas mexicanas (las venden estupendas en Mercadona o Ahorramás) en plan burrito,  regado con salsa ranchera y acompañado de jalapeños en escabeche y guacamole. Se puede también servir con pechugas de pollo o carne de ternera en tiras y salteadas si no se puede pasar sin carne.

Tengo mucha suerte porque ahora que no viajo casi nada y al extranjero menos, mis amigos con sus nostalgias me traen lo éxotico a la mesa. El próximo menú: peruano, delicia pura, velay que sí. Ya os contaré.
Besos